Anochecia pero que más daba, sali de la ciudad quería despejarme un poco y respirar aire libre, así que decidi ir hasta los acantilados, me sente en el suelo mirando con el sol se marchaba dejando un precioso cielo de los colores más diversos pasando por los rosas hasta llegar a los naranjas para despues terminar de desaparecer tras el horizonte como si hubiera caido al mr hasta el proximo día, el proximo amenecer en el que la luz podría volver a brillar e iluminar todos lo hogares pero claro para eso aun faltaba que pasara la oscuridad de la noche.
Suspire y mire el cielo ahora decorado con miles de pequeñas bombillas, que hacia que cualquiera sonriera por su belleza y no poder olvidarse de la luna, más llena que nunca brillante en el firmamento justo enfrente de mi. Sonrei y me quede mirando el cielo...